Madrid capital de España

La gente habla chillando por la calle, los bancos están repletos de cascara de pipas, el ámbar en el semáforo no significa parar sino apretar el acelerador, el sol brilla y calienta, los abrigos ya no hacen mucha falta, las colas en la barra no dejan hueco libre para pedir algo de beber, el sonido del claxon de los coches es una parte más de la ciudad, el olor a comida ambienta sus rincones, los carteles de muchos establecimientos no son de neón y con muchas luces, son de azulejos, los verduleros animan los mercados de abastos, los taxistas animan los atascos, los locales están abiertos hasta que amanece, o más tarde, los churros no duran mucho en el mostrador, el jamón menos. No hay duda, estoy en Madrid. No hay duda, estoy en España.

A partir de las 10 de la mañana será la prueba, si la autoridad y el tiempo no lo impiden. Qué Dios reparta suerte y que ustedes pasen un buen fin de semana.