martes, 28 de abril de 2009

Día 2: Un Real Madrid - Barcelona en Andorra

El día comenzó blanco, con una importante nevada, pero terminó cubierto de color blaugrana. Edu es catalán y culé, Adri es salmantino, y del Real Madrid, y esa misma noche se jugaba el clásico de la liga. Así que ya saben como empezó el día, con intentos de apuestas varias, piques dialécticos y mucha guasa. Yo era el árbitro, y el que más me divertía, ya que no iban conmigo esos sentimientos futboleros marcados en rojo y blanco.




El segundo día, que decidimos ir al sector de Arcalís. La nieve estaba genial, y mi técnica mejorando. Me dejaron un buen rato solo, y mis progresos fueron poco a poco viendo la luz. Para ser sinceros, diré que esa luz se tornó en muchos casos en una infinita oscuridad, sobre todo cuando descendiendo una no muy difícil pista azul (según el nivel se le ponen colores, verde -fácil-, azul -normal-, roja –difícil-, negra-muy difícil-) me salí de pista y como un auténtico hombre de las nieves, y llegándome ésta a la cintura, volví, no sin dificultad, a la senda correcta. Me reí, siempre me da por eso, y seguí adelante…hasta que la ventisca dijo “aquí estoy”. Entonces, fue el momento de recoger, y marcharse.


Y por la noche tocaba fútbol. Después de preparar las pizzas, panchitos y otros productos típicos; lo que a punto estuvo de fallarnos, fue la TDT para ver La Sexta. Y es que los andorranos van un poco por delante nuestra en eso de las tecnologías audiovisuales, ya que han jubilado a la antigua Tv analógica, y sin TDT, no hay partido. Daba igual, pero al final ganó el super Barça de Guardiola. El Atlético, esa jornada, también; Betis, por idéntico resultado, 2-0.

En Ordino (Andorra), a 13 de diciembre de 2008

jueves, 23 de abril de 2009

Día 1: Caídas, más caídas y alguna bajda

Un buen desayuno mañanero augura un día largo y completo. Pan recién hecho aderezado con tomate, aceite e ingredientes al gusto. Zumos, leche y mucha azúcar, necesaria como reserva para la montaña. Bien pertrechos para el frío, que esta mañana acecha sin llegar a declararse, comenzamos la subida; primero en coche, hasta la estación, y una vez todo colocado en su sitio, a las pistas.




El primer día elegimos el sector de Pal, una de las zonas que componen la estación de Vallnord (http://es.vallnord.com/). Ésta se divide en dos:


SECTOR PAL ARINSAL
Está a 5 Km. de Andorra la Vella.Su cota mínima y máxima es de 1.550 m y 2.560 m respectivamente. Consta de 1.010 m de desnivel, 63 Km. de pistas que se agrupan en 7 verdes, 15 azules, 16 rojas y 4 negras con un total de 42 pistas. Tiene 1 Free-Style Area, 2 Free-Ride Area,1 Freestart Area y 1 Slalom Area. Tiene un total de 31 remontadores.

SECTOR ARCALÍS
Está a 22 Km. de Andorra la Vella. Su cota mínima y máxima es de 1.940 m y 2.625 m respectivamente.Consta de 685 m de desnivel, 28,5 Km. de pistas que se agrupan en 6 verdes, 7 azules, 11 rojas y 2 negras con un total de 26 pistas. Tiene un total de 13 remontadores. Tiene 1 Snow Park, 4 Free-Ride Area,1 pista para trineos, 1 circuito para raquetas de nieve y 1 circuito para motos de nieve.


Desde mi primera estancia, en el viaje de fin de curso de 4 º de ESO en Sierra Nevada, en la que aprendí a usar la cuña y el paralelo descendiendo por las laderas, mucho ha llovido, o nevado, mejor dicho. Lo noté nada más ponerme las botas. En el esquí, un deporte muy completo y divertido, pero también arriesgado, la sensibilidad, creo, desde mi más sincera ignorancia, es vital. Hay que sentirse seguro sobre los esquíes, hay que sentirse sereno sobre la pista. Y en esas estuvimos más de medio día, cogiendo confianza, con la inestimable ayuda y paciencia, mucha paciencia, de mis amigos. Al final sus frutos fueron dando sus efectos, pero no sin antes haber aprendido mil veces a caerme, y lo que es más importante, a levantarse.





Viernes 12 de diciembre de 2008

domingo, 19 de abril de 2009

Día 0: reencuentro con los amigos en el principado

Es jueves, y siempre, a no ser que el calendario lo marque en rojo, toca ir a trabajar. Hoy no ha sido distinto. Pero a cuando han dado las seis, maleta a cuesta, he enfilado el recorrido que lleva al aeropuerto, el lugar desde donde parten horas de trabajo, idas y venidas en busca de familiares alejados, sueños, destinos exóticos o el reencuentro con unos amigos. En esta ocasión, esta era mi razón; La excusa, esquiar un fin de semana en las magníficas pistas de la estación de Valdnord, en el Principado de Andorra.


Antes de partir al país vecino, la unión con el equipo, fue en el aeropuerto del Prat de Barcelona. Edu y Adri componen, junto a este servidor, el tandem viajero, que después de un largo periodo de sequía viajera grupal, se vuelve a unir. El anfitrión, Edu, pronto, después de poner a punto todos los esquíes, botas, etc., pone rumbo desde la capital condal a su casa andorrana, situada en Ordino. Una breve parada para estirar las piernas, y la frontera, adornada con algunos guardias civiles a modo de recuerdo de lo que otra época fue, era nuestra. Ya estábamos en Andorra.


El Principado de Andorra (en catalán, Principat d'Andorra) es un país con una extensión de 468 km2, situado en los Pirineos y con una altitud media de 1.996 metros sobre el nivel del mar. Su territorio, con capital en Andorra la Vella, está formado por siete parroquias con una población total de 84.484 habitantes. No tiene fuerzas armadas propias y su defensa es responsabilidad de España y Francia, de la que depende, en otro orden de cosas, por ejemplo, el servicio de Correos. En caso de emergencias y/o desastres naturales, como por ejemplo las inundaciones que ocurrieron en el año 1982, se convoca al somatén (institución española de carácter parapolicial originaria de Cataluña), formado por hombres mayores de 18 años y con nacionalidad andorrana. Como dato muy significativo, Andorra es uno de los países mayor calidad de vida del mundo, y su sistema sanitario goza de una magnífica salud. Joan Enric Vives es copríncipe, el otro, Nicolas Sarkozy.
En Ordino, a 11 de diciembre de 2008

jueves, 9 de abril de 2009

Día 3: De mercadeo en Candem market


Reconozco que por naturaleza no soy yo persona de ir de compras. No es que no me guste, es que lo detesto. Cientos de personas arremolinadas en lugares que no aportan nada, más que un agujero en la cartera que provoca la compra compulsiva impulsada por las estupendas técnicas de marketing. No, eso no lo quiero. Pero, en esta ocasión, abandoné mi sentido común para dejarme llevar por un mercado que pensé, iba a ser diferente.


Candem Market es diferente, sin duda, pero solo para un rato, como parte de la atracción turística, pero ya está. Muchas tiendas, vanguardistas algunas, futuristas otras, normales, las más, y muchos puestos de comida internacional. Lo dicho, diez minutos de visita, un tentempié, y a otra cosa mariposa.

Mi próxima "cosa" no era agradable. Tocaba volver, y además con Ryanair, que siempre tiene un plus que no sirve sino para ahondar más la pena. Se acabó la aventura londinense, al menos para mí. MJ se quedó una semanita más. Pero, volveremos. Y venceremos.