miércoles, 21 de diciembre de 2011

Vuelta a casa por Navidad en Andaluces por el mundo




El espacio de Canal Sur Televisión Andaluces por el Mundo celebrará este jueves 22 de diciembre (22:30 horas) de forma anticipada la Navidad. El programa ofrece un especial en el que los espectadores serán testigos de la vuelta a casa de algunos de sus protagonistas residentes en el extranjero. El programa recoge los más emotivos reencuentros de estas familias: la vuelta a casa de sus seres queridos para estas fiestas tan señaladas.



Es el caso de Elena Martín, una bailaora de El Puerto de Santa María (Cádiz) residente en Hannover. Aunque nació allí y se ha criado en Alemania, su corazón, su espíritu y su acento son cien por cien andaluces, y lo demuestra cada día en la academia de baile que dirige en la capital alemana. Después de ocho años de ausencia, llegará para pasar la Navidad en familia y lo hará por todo lo alto, con zambomba incluida.



También en el aeropuerto de Jerez los allegados de Felipe Rodríguez le recibirán ansiosos después de un largo viaje procedente de Namibia. Su hermano Pedro, que ya viajó con el programa de Canal Sur Televisión al país africano para darle una sorpresa, será el maestro de ceremonias.



De Ankara llegará María Gutiérrez, una malagueña que será recibida de una manera muy especial por su familia y amigos en el aeropuerto de Málaga.

Andaluces por el Mundo recibirá también a Aníbal Martínez y María del Mar López, una pareja que vive en Lausana (Suiza) desde hace dos años y medio, y que ha decidido hacer el viaje de vuelta como antaño: por carretera. Tras recorrer los más de 2.000 kilómetros que separan su ciudad de adopción de su tierra natal, Rociana del Condado (Huelva), serán recibidos de una manera muy calurosa por su familia, amigos y vecinos.



La emoción que se vivirá en el aeropuerto de Faro, lugar al que llega Yolanda Barroso y toda su familia procedente de Malasia, pondrá la guinda del pastel en este programa en que se vivirán muchos e íntimos momentos de alegría, que algunos Andaluces por el mundo han querido compartir con todos sus compatriotas.




También puedes leer la noticia en la web de Canal Sur

jueves, 24 de noviembre de 2011

París, la ciudad de la luz, nuevo destino de Andaluces por el mundo


Esta noche, jueves 24 de noviembre, a las 22.30 horas en Canal Sur, en la comunidad autónoma andaluza, en Andalucía televisión Internacional, por satélite para el mundo o a través de www.canalsur.es (en directo o en la televisión a la carta) Andaluces por el Mundo viaja a París, la capital mundial del turismo. Los símbolos de la ciudad de la luz y el amor son universalmente reconocidos: la Torre Eiffel, la catedral de Notre-Dame, el río Sena, el Mouline Rouge o Disneyland. Descubriremos todos ellos y muchos rincones más de la mano seis andaluces. Será mi estreno como reportero en el programa de viajes en el siempre quise trabajar. Ser persistente, trabajar duro, creer en uno mismo y en los sueños que persigues, además de un poco de suerte; esas son las claves.



Pablo González, un fisioterapeuta de Antequera, llegó hace tres años a París para encontrar un trabajo mejor. Por ahora la vida le sonríe. Junto a él conocemos el lujo y la moda en París. Visitamos las tiendas más lujosas del mundo, nos adentramos en el Café de la Paix, el más antiguo y glamuroso de la ciudad, hacemos un poco de pesas en el Club Ken, el mismo gimnasio que frecuentan George Clooney o el hijo de Sarkozy, y paseamos por el Sena para ver de cerca la Catedral de Notre-Dame.



Trabajar con los mejores atrajo a Iván Toribio, un acróbata sevillano, a venir a París. Él entrena la especialidad de los aéreos (danza aérea o tissue) en una prestigiosa escuela dirigida por dos acreditados artistas, Florence Delahaye y Gabriel Dehu, creadores de algunos de los espectáculos del Circo del Sol. Lo veremos en acción junto a sus compañeros. Nos enseñará también Montmartre, barrio de artistas. Con su monociclo nos descubrirá Le promenade plantée, una antigua vía férrea reconvertida en un parque en altura. Y para terminar el día nos colaremos en los camerinos del Mouline Rouge, el mítico cabaret parisino y, por supuesto, veremos su legendario espectáculo de Can Can.



Elena Martínez y Alejandra García son dos amigas que llegaron a París para trabajar como traductoras. Elena llegó desde Almería hace cinco años. Ella nos llevará a hacer la compra a una calle muy especial, la Rue Mouffetard, en donde descubriremos la tienda más reconocida en la ciudad para comprar quesos. También nos descubrirán un París cultural y alternativo en el Centro Cultural Centquatre 104 y en la tienda de objetos de segunda mano de la ONG Emaux Internacional. Con Alejandra, sevillana de Triana, nos transportaremos al corazón de África en París. Nos enseñará su barrio, el africano. Nos acercará al cine en el país en el que se inventó el cinematógrafo y terminaremos en la piscina para verla hacer un poco de natación sincronizada en una piscina de Art decó de los años 30.



El amor al arte y a una francesa, trajeron a Jesús Iglesias Montero, un escultor sevillano, a París. Una exposición de Rodin que vio en la capital hispalense fue el detonante que lo empujó a hacer las maletas. Con él visitamos el Museo Rodin, el artista que tanto lo inspiró, y lo acompañamos a la fundición donde están dando forma a su última creación. Nos contará todos los secretos del Cementerio de los famosos en París, el de Père Lachaise, y nos acercaremos al museo más visitado del mundo, el Louvre.



Disneyland Paris fue para Estefanía, una gaditana de El Puerto de Santa María, su primer trabajo en Francia. Llegó por amor, sin saber a penas francés, y ya lleva ocho años en la ciudad. Conoceremos con ella el mayor parque de atracciones de Europa y nos montaremos en una de sus montañas rusas para que nos suba la adrenalina. Mientras que continua enseñándonos la ciudad, el Canal de San Martín o el Bosque de Vicenns, esta portuense no se puede imaginar que se reencontrará con su madre y su hermana en el mismo sitio donde se casó hace un año.



También puedes ver la promo en:

http://andalucesporelmundo.canalsur.es/


* A partir de la semana que viene publicaré el Diario de un Gaditano colchonero por el mundo en París trabajando como reportero de Andaluces por el mundo.


lunes, 14 de noviembre de 2011

Comarca del Guadalteba, un secreto natural en el corazón de Málaga

Andalucía es grande y bella pero desconocida en gran parte para naturales y foráneos. Junto a los grandes hitos turísticos de la comunidad autónoma, otros rincones con encanto esperan ser descubiertos por el visitante. Precisamente la Comarca del Guadalteba, situada al noroeste de Málaga, es uno de ellos.




Son dos los parajes naturales con los que cuenta la zona, el Desfiladero de los Gaitanes, conocido como El Chorro y la Reserva Natural de Campillos. El primero de ellos, el que nos decidimos a conocer, tiene un relajado sendero circular para hacerlo, el de Gaitanejo (dificultad media - baja, 4,2 kilómetros y 2 horas de duración). Comienza en el Embalse del Chorro y llega hasta el Caminito del Rey, una pasarela de hierro y hormigón colgada de los tajos de la Sierra Huma que discurre por el Desfiladero de los Gaitanes. Este paso, que actualmente está cerrado por el peligro de desprendimiento (urge una intervención porque es una auténtica atracción turística), fue un paso peatonal para facilitar la comunicación y el transporte entre las presas del Chorro y del Gaitanejo.



Precisamente las láminas de agua de los tres embalses de la zona, el del Conde de Guadalhorce, Gudalteba y Guadalhorce, forman un paisaje bello y sorprendente que hace que un marciano soltado en este paraje no sepa si está en Ibiza, en Eslovenia, en Suiza o en pleno corazón de Málaga. Y puede tener hasta suerte el que llegue. Además de la belleza para los sentidos, son muchas las actividades acuáticas (piragüismo, pesca, windsurf) y de turismo activo que se pueden hacer en esta zona.





Pero no solo de la contemplación vive el hombre. El descanso y la alimentación es algo a tener en cuenta y por aquí, lo saben. La Posada del Conde, un coqueto y cuidado hotel situado entre pinares, recoge todo lo necesario para convivir en contacto con la naturaleza y alejado del mundanal ruido, sin olvidar los comodidades de nuestros días. Dirigido con esmero por Fernando Cruzado, el trato familiar es parte del servicio. Pretenden que el huésped se sienta como en casa, y claro que lo consiguen. Y para comer, en su mesón, tienen un poco de todo pero yo me quedo con el chorizo a la canela, una delicia para el paladar.





A tan solo seis kilómetros está el pueblo de Ardales, para completar el fin de semana con un poco de cultura. Desde el Centro de la Prehistoria, previa solicitud previa, puede visitarse la Cueva Prehistórica de Ardales. Este yacimiento, incluido en el Itinerario Cultural Europeo Caminos del Arte Rupestre, se trata de uno de los más importantes del continente donde pueden verse, a la luz de las linternas para no perjudicar el entorno, pinturas y grabados paleolíticos. Muy interesante también la iglesia rupestre Mozárabe de Bobastro. Y curioso, ya en la Serranía de Ronda, el pueblo pitufo de Júzcar. Para terminar y llevarnos un recuerdo de vuelta, una parada en Pujerra con sus castaños en el tono más bonito del año, y unas castañas para la buchaca.



En Ardales, a 13 de noviembre de 2011.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Atacama, la magia de lo imposible (3ª parte)



A 90 kilómetros de San Pedro y a más de 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar están Miscanti y Miñique. Ambas son alimentadas por fuentes de agua que vienen desde la superficie de la tierra. En su interior se reflejan las cordilleras nevadas. La majestuosidad máxima se alcanza en este punto, en el que se unen las dos lagunas.




Antes de llegar hasta aquí, también en parte del Parque Nacional de los Flamencos, hay que pasar por la Laguna Chaxa. A primera hora, cuando el frío todavía cala los huesos, los flamencos buscan los primeros rayos de luz para encontrar su alimento. Con la paz del entorno y la belleza de estos animales, se alcanza una serena calma.




La ruta, de unas siete horas (salen en torno a las 7 de la mañana para regresar a las 14 horas), hay ocasiones en la que se puede demorar, como fue nuestro caso. Pongamos por caso que se estropea el microbus... Solo queda reírse y aprovechar los momentos. Para desquitarnos ya llegará la patasca que nos sirve Carmen en su restaurante Las Delicias de Carmen, uno de los mejores de San Pedro de Atacama y con buenos precios.




Por la tarde, con el potaje de maíz todavía casi en el paladar, tocaba ir a Marte. El Valle de la Luna lo es. Es como ser un territorio extranjero en la propia Tierra. Está formado a lo largo de milenios por la erosión fluvial y eólica, las que han tallado su suelo en formas tales como: crestas con puntas, hondonadas, montículos y muy poca flora y fauna. Un lugar que por algo fue declarado Santuario de la naturaleza en 1982; porque es único, casi milagroso a los ojos de un ser humano de los habituales que viven en este planeta.




En San Pedro de Atacama, a 25 de septiembre de 2011.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Atacama, la magia de lo imposible (2ª parte)



La excursión que elegimos para el día siguiente, técnicamente no puede decirse que sea agradable, aunque sí extremadamente bella. Los Géiseres del Taito, a casi 100 kilómetros de San Pedro (2 horas y media) es un campo geotérmico de origen volcánico que da lugar a chorros de agua y vapor que brotan desde el interior de la tierra. El espectáculo natural tiene su apoteosis al amanecer y para ello, por tanto, hay que empezar la excursión a las 4 de la madrugada. La temperatura tampoco es ideal, - 10 ºC marcaba el termómetro en la entrada del parque natural (5.000 pesos chilenos la entrada general y 2.500 para estudiantes). Y la altura es el otro handicap, 4.320 metros en su punto más alto, y no fue el caso, pero si la puna (término que aquí se emplea para referirse al mal de altura) dice de aparecerse, a resguardarse.



Además del agua, la guía de viaje y todos los útiles necesarios, no hay que olvidar la toalla y el bañador. No nos hemos vuelto locos. A pesar del frío, en particular a la hora que me metí el termómetro marcaba - 5 ºC, la sensación del helado ambiente en comparación la cálida agua de la terma, hacen que sin pensárselo dos veces haya que hacer este particular esfuerzo.



Una vez recuperados, la ruta continúa hasta Machuca, una pequeña aldea en donde están empadronados medio centenar de personas pero en la que nunca coinciden más de siete a la vez. Este pueblo atacameño vive por y para el turismo y de las empanadas de queso de cabra, los anticuchos de carne de llama (brochetas) y la artesanía local. No conozco el sur, pero un chileno del que me hice amigo en el tour me comentaba que la gente del norte si que saben sacar provecho de los visitantes, además de hacerlo de forma sostenible, al menos hasta la fecha. Faltaron Nono y Pilar, su mamá. Él estaba malo y ella cuidándolo.




En San Pedro de Atacama, a 23 de septiembre de 2011.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Atacama, la magia de lo imposible (1ª parte)



De todo el norte chileno la zona más fascinante es, sin duda, la zona desértica de Atacama. Para llegar hasta allí lo mejor es coger un vuelo hasta el aeródromo de Calama (vuelan LAN y Sky). La otra opción desde Santiago es volar a Antofagasta o, algo peor, coger un autobús que llegará horas después. Poco más de una hora separa al viajero desde su aterrizaje hasta el oasis en el desierto, San Pedro de Atacama.



Este particular relieve está marcado por la Cordillera de la Costa, las precordilleras y la Cordillera de los Andes, con cumbres muy altas como el Cerro de Pili (6.046 mts.) o el Volcán Lincancábur (5.916 mts.), todo ello en la frontera entre Chile y Bolivia, pero lo curioso es que a pesar de ello, a esta zona se le considera la más árida del planeta.




San Pedro de Atacama, el mayor núcleo de población de la zona y punto de partida del turismo, acoge en su día a día a 2.500 habitantes, que en su mayoría se dedican al sector terciario. No es un buen lugar para vivir, a pesar del eterno sol (el 90 por ciento del año no se ve una nube), ya que las condiciones atmosféricas son muy duras (además del sempiterno polvo, la oscilación térmica es brutal), pero los atractivos turísticos hacen de este poblado un lugar imprescindible para visitar. Nos alojamos en la calle principal, Caracoles, en el humilde pero limpísimo Hostal Puritama,que regenta Nancy. En la misma calle se pueden encontrar todas las respuestas a las excursiones, que bien estructuradas, ofrecen las decenas de agencias de viajes que se amontonan en esta arteria.



En esencia, los tours más solicitados son el Geyser del Taito, las Lagunas Altiplánicas con el Salar de Atacama y el Valle de la Luna. Aparte ofrecen visitas a las Termas de Puritama, a Laguna Cejar y subida a los volcánes. Pero para empezar progresivamente, elegimos un baño salado en esta última laguna. En medio del Salar de Atacama, en un lindo entorno, la magia del color de sus aguas, invitan a un baño distinto, la alta concentración de sal y litio hace que posea un nivel de flotación superior similar al del Mar Muerto. Todo es posible en esta laguna, incluso leer un periódico mientras te bañas placidamente.


En Laguna Cejar, a 22 de septiembre de 2011.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Val-PARAÍSO (más Viña del Mar)


A 120 kilómetros de la capital se encuentra Valparaíso, capital de la V Región y primer puerto comercial del país (para llegar existen muchas compañías de autobuses que hacen el recorrido que dura una hora y media aproximadamente y cuesta en torno a los 5.000 pesos chilenos -7,5 €-. Se pueden coger desde la Estación Central o desde Pajaritos, en la capital). Cuando caía la tarde llegaba el bus a la ciudad porteña.



Es Valpo, como la conocen los chilenos, un pueblo universitario y ese ambiente es fácil distinguirlo casi sin querer. Por tanto la marcha es uno de sus aliciente, y en esos nos pusimos mi amiga Irene, Guille y un servidor. Casi sin tiempo a instalarme, después de la cena vinieron los tragos. El Pimentón, lugar de moda para almorzar o beber una fresca chela, (cerveza) fue nuestra primera parada. La siguiente, El Canario, con música en directo incluida. Lo cerramos, no diré más.



Bajo los cerros y junto al mar vive la ciudad porteña. Uno cobija, otro refresca. Y en esa mezcla serena, la decadencia va abriéndose paso con gusto y estilo. Para alcanzar la mejor vista hay que subir al Cerro Concepción. Para ello se puede utilizar un ascensor al aire libre (una especie de funicular) que forma parte, junto al resto repartidos por otros cerros, de un conjunto declarado monumento histórico en 1998.




Otro vista inmejorable la tenía Pablo Neruda, el poeta de Chile. Desde lo más alto del Cerro Bellavista, la bahía lo inspiraba. El arte era necesario y lo ponía él en sus poemas con su caracteristica tinta verde con lo que todo escribía, pero esto le ayudaba, y mucho. Antes de llegar hasta La Sebastiana, la casa museo que regenta la Fundación Pablo Neruda (3.000 pesos chilenos la entrada completa, la mitad para estudiantes), hay otro museo, pero este al aire libre compuesto por graffitis en la paredes del mismo barrio.




La plaza Anibal Pinto, la plaza Sotomayor o la cuidada plaza Victoria son algunos de los lugares que hay que ver antes de marchar a Viña del Mar, a tan solo siete kilómetros pero tan distante en tantas cosas... (para legar hay que coger un micro, un micro bus, o el metro y bajarse en la parada de Viña del Mar pero en este caso tendrán que comprar una tarjeta de viajes y recargarla).



La famosa ciudad del Festival internacional de la canción no es más que un lugar de vacaciones para los santiaguinos y gentes que llegan desdeotros puntos del país. Sus alicientes no son más que altos edificios, una foto en el anfiteatro donde se celebra el evento musical (Anfiteatro Quinta Vergara), un moderno reloj hecho en flores o ver la playa de arena que bordea su costa. A pesar de ello, no vale con leerlo, siempre es mejor verlo por uno mismo.



En Valparaíso, a 18 de septiembre de 2011.

Mañana me marcho unos días a Atacama, el desierto más árido del planeta, al norte del país.

martes, 20 de septiembre de 2011

Fiestas patrias en Santiago


La tranquilidad en la calle denota algo extraño. Los comercios están cerados a cal y canto e incluso algo tan habitual como una botella de vino resulta practicamente imposible encontrarla en un día como hoy, el mismo en el que los chilenos celebran la independencia de España. Para festejarlo hoy toca un plan familiar. Felipe, un amigo de Nono chileno con ascendencia italiana y mucha alma española, nos ha invitado a pasar el día grande de las fiestas patrias en casa de sus tios, en Melipilla, a una hora de camino de la capital. Es algo así como nuestra sevilla porque "el que se fue a Melipilla, perdió su silla". Y no es broma.



Nos reciben con los brazos a abiertos y el gesto de comer y beber lo repetimos sin cesar desde practicamente el primer minuto de estadía. La mesa está repleta: asado, pollo, morcilla, una especie de chicharrones pero mucho más sabrosos, queso de cabeza, pisco sour (cóctel elaborado con pisco, una bebida polémica en su origen entre Perú y Chile, mezclada con jugo de limón), verduras...Y de postre, tres tartas, una de ellas elaboradas al estilo español por Pilar, la mamá de Nono.



Lo ideal hubiera sido una buena sieta, pero el gran anfitrión, Juan Luis, no nos dió tregua y pronto sacó los disgestivos que a tragos, los intercalabamos con amables conversaciones y disputadas partidas de taca taca (futbolín). Un brindis y de fondo siempre la bandera chilena y no obligatoriamente por gusto, sino por decreto (desde 1967 la colocación de la bandera en todos los edificios públicos y particulares del país para las Fiestas Patrias es obligatoria. Debe estar en perfectas condiciones, colocada en un asta blanca, cuyo alto no sea inferior a cuatro tercios del largo de la bandera, de izada al tope).



Tocó descansar después de tanto carretere, que es lo mismo que nuestra fiesta, pero por poco tiempo. Lunes, 19 de septiembre, y continúan las celebraciones. En esta ocasión los actos se trasladan al Parque O´Higgins. Allí se sitúan las fondas populares de la capital y los grandes zonas verdes se inundan de pequeños y mayores haciendo volar sus volantes (cometas) y saboreando alguno de los manjares de tradición criolla aceitados que se toman en esta época junto, por supuesto, la dosis propia de alcohol. Para entendernos, sin muchos más adornos, entiendan una feria de pueblo pero a la chilena. Fondas por caseta, terremotos por rebujitos y anticucho por jamón con sus rosquitos.


En el plano más institucional, en esta jornada se celebra también el desfile de gala de sus fuerzas armadas. Éstas representan un gasto del 4 % del PIB del país, uno de los más altos del continente, además de significar mucho para una gran mayoría de chilenos. Por los conflictos sociales que atraviesa, en esta edición se han aumentado las medidas de seguridad para que nadie molestara al Presidente Piñera ni a su equipo de gobierno. El que suscribe, da fé de ello. Una vuelta completa, después de veinte intentos, tuve que dar al parque para acceder a la tribuna de prensa y ver el desfile desde un lugar privilegiado y muy cerca del máximo mandatario del país.



El ejercito chileno, que se creo en 1810, cuenta en la actualidad con más de 60.000 efectivos, que componen los secciones de tierra, mar, aire además de los Carabineros (seguridad ciudadana). Dos horas de espectáculo, 8.000 militares desfilando y una cacerolada pacífica contra el presidente. Así acabó la jornada para él. A mi todavía me esperaba las fondas del Parque Inés de Suárez.


En Santiago de Chile, a 19 de septiembre de 2011.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Fiestas patrias en Valparaíso

Faltan pocos minutos para que sea 18, el día grande de la patria chilena, el mismo que hace 201 años provocó que este Estado se independizara de la Corona española con la proclamación de la Primera Junta Nacional de Gobierno. Para celebrarlo el país viste sus mejores galas y se vive una especie de Navidad mezclada con Feria de Abril. Las celebraciones abarcan todo el mes de septiembre pero especialmente las dos jornadas previas al 18 de septiembre, además de éste, que es feriado. Yo para calentar el ambiente, y aprovechando la invitación de mi amiga Irene, me he marchado a Valparaíso para mimetizarme con los chilenos en su fiesta más querida en la que lo principal, como casi en todo el mundo, lo primordial es comer y beber para disfrutar en buena compañía.

Kata pone orden mientras que los ayudantes de cocina intentan preparar empana de pino


Con unos anfitrionas de auténtico lujo, las dueñas de la Fonda de la Nonni (la fonda es el recinto donde se celebran las fiesta y normalmente se sitúan en los parques o calles de los pueblos y ciudades, pero también se pueden hacer, como fue el caso, en el salón de una casa), Irene, Camila, Debora y Kata, comenzó mi inmersión cultural a un ritmo vertiginoso. Antes de que llegaran los invitados ya estábamos trabajando en equipo: unos cuantos con las empanadas de pino (empanadas de carne aderezada), otros ensartando los anticuchos (brochetas de carne y verdura) y el resto preparando y adornado la fonda (que también se conoce como ramada).


Los anticuchos se van abrasando a fuego muy lento en la parrilla


La fiesta comienza. La música sube. La animación y la alegría comienza a desbordarse. La parrilla no da abasto. Somos casi una treitena de porteños con ganas de celebrar el "18". Hay que poner un toque español y me toca preparar una sangría. También tiene su éxito. Entre tanto que la carne alcanza su punto en la parrilla que está en la acera de la fachada de la casa jugamos a los juegos típicos, el emboque, el trompo, etc. Ya velada ya es redonda. Eso me parecía a mí.


Foto de grupo a las puertas de la Fonda de la Nonni, en el número 1736 de Avenida de Colón.


Ahora se cambia carne por alcohol. Además del buen vino chileno se prueba el pisco y otros licores. Y se baila, y mucho. Lo que manda es la cueca, el baile típico. A Irene y a mí nos toca perder la vergüenza y probarlo. Después nos tocaría seguir bailando, pero por sevillanas. Así se fueron consumiendo las horas hasta que el alba amenazaba. La noche ya era perfecta.


Asado, verdura, jugos, buen vino y mejor compañía en la casa de los padres de Miguel Chamorro


Pero la alegría diechiochera no paró ahí. Miguel, otro colega periodista, como Kata, nos invitó a un asado al día siguiente. Y aquí estamos, en su casa junto a sus padres celebrando la chilenidad por todo lo alto. No vuelve a faltar carne en la parrilla ni verduras para acompañarlo. Ni tan siquiera el postre, mote con huesillos (zumo fresco con un cereal y el hueso del melocotón).Todos los detalles se cuidan con tanto cariño que me hacen sentir en casa. Faltan mis padres, mis hermanos, mi familia, pero brindo por ellos. Por ellos y por los porteños. Desde hoy ya tienen a uno más. ¡Gracias a todos hueones!




Miguel y Carmen, los papás de Miguel, bailan la cueca.


En Valparaíso a 17 de septiembre de 2011.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Lastarria, el lugar que me vio nacer


El Barrio de Lastarria (www.barriolastarria.com) es el que me está viendo crecer como español en Santiago de Chile. Caí aquí por casualidad, ya que mi amigo Nono me dejó su casa para mudarse a otra. Nada más pasear la primera tarde por sus calle reconocí que era mi barrio: residencial y a la vez bohemio, entretenido, cultural, con vida, aunque siempre tranquilo.Su desarrollo comenzó a mediados del siglo XIX, con la construcción de la Parroquia de la Vera Cruz.


En los primeros años del siglo XX el barrio se consolida como tal, y llegan a vivir en él personajes importantes de la cultura chilena como doña Victoria Subercaseaux, prima y esposa del que fuera intendente de Santiago Benjamín Vicuña Mackenna; Pedro Aguirre Cerda , presidente de Chile entre los años 1938 y 1941, y el escritor y pensador liberal don José Victorino Lastarria, que es el que le da nombre a la calle principal y también al barrio.



Los bares, cafés, restaurantes, librerías (como por ejemplo Ulises, mi preferida), tiendas de diseño, galerías de arte y centros culturales (con el GAM, el Centro Gabriela Mistral, al frente), dan colorido a calles pavimentadas llenas de vida y plazas con mucho encanto. Teatros, como el Ictus, o el Cinearte El Biógrafo (ahora programa Medianoche en París, que delicia...) termina de completar la postal.


En el 104 de José Victorino Lastarria vivo yo. En el departamento 924, en un solo ambiente que mezcla la cocina, el salón y el dormitorio, con vistas a la Cordillera de los Andes y en pleno centro de la capital. La abandonaré por unos días, me marcho a Valparaíso, ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En Santiago de Chile a 15 de septiembre de 2011.