Los estragos de la dieta: ya he perdido 7 kilos

Pie de foto: está imagen fue captada por un funcionario de prisiones irlandesas en el momento del encarcelamiento en la histórica cárcel de Dublín por robar jamón ibérico de bellota 5 jotas en un supermercado cercano

Para los incrédulos, para los escépticos. Después mi media docena de comentarios sobre la dieta irlandesa, se confirma que no soy el típico gaditano exagerado. Así lo probó antes de ayer la báscula de mi centro de trabajo, el Crunch Fitness center, en el momento previo en el que me hicieron mi primer entrenamiento personal en gimnasio de toda mi vida. El palito que se mueve sin cesar, en algunos casos más y en otros menos, decía que mi nuevo peso en Dublín era de 76 kilos, con ropa y zapatos incluidos. El anterior peso, cercano al de la ballena blanca, era de 83 kilos. Es decir, mis sopechas de que pasaba hambre, se confirman. Tampoco había que ser muy listo.



Y hablando de todo un poco, y ahora que se acaba de abrir la campaña electoral, os comunica que ya he cumplido con mi deber como ciudadano, y he emitido, después de no se cuantos papeleos, mi voto. El último tránsito antes de que llegue a la urna es llevarlo hasta la oficina de correos y ponerle el sellito. La suerte está hechada; que gane el menos malo.



Este blog que se abre a diario, algunos días incluso en festivos y fiestas de guardar, dejará la puerta entreabierta a las visitas porque dentro de un par de horas llega María José a la capital de Irlanda. Mi morada temporal será otra, el Isaac Hostel (buen hostal que os recomiendo en vuestra próximas visitas a mi persona, o el Jacob Inn, otra buena elección), y lo sopesé, pero el portátil pesa mucho para levarmelo hasta allí. Así que nos vemos el lunes con una historia bonita. Ya os contaré..



PD. Suerte a los callejoneros en los premios Desdelcallejon.com y al menos una que sea a mi salud.