martes, 22 de abril de 2008

Viaje al sur de Irlanda (1/2)








Arriba podéis ver el English Market de Cork, con precios más baratos que los de Dublín /La Catedral de St. Fin Barre (vaya nombre de Santo raro) en Cork / Una de las carreteras que forman el Anillo de Kerry (Ring of kerry) / Foto de grupo en una de las playas de Kerry /Una ovejita recién nacida raptada por humanos / Todos delante de la granja en la que dormimos en Kilorgin (final del Anillo de Kerry) / Un monje en el Oratorio de San Gallarus (Península de Dingle) / Imagen de la Península de Dingle.

Ya estamos de vuelta de nuestro viaje al sur de Irlanda. En nuestro periplo por la tierras bajas hemos descubierto otro gran rinconcito de naturaleza en estado puro de esta maravillosa isla. Para empezar lo haremos por el principio.

El primer día llegamos a Cork en nuestro vuelo especial por un céntimo. Por suerte el avión no había que montarlo, ni le faltaba ninguna parte, y tocamos el suelo de Cork al filo de la medianoche. Después del obligatorio descanso, comenzamos al día siguiente nuestro recorrido en la segunda ciudad más importante, que no bonita, de Irlanda: Cork. Por más que se empeñen no deja de ser una ciudad mediocre, gris y sin mucho que visitar, pero su enclave en el sur del país la hace una importante ciudad de referencia para moverse. Destacaría el English Market, con mucho sabor auténtico y un paseo por el centro de la ciudad. Estuvimos poco tiempo, y más tarde con la música a otra parte. En concreto, camino de killarney.

En Killarney dejamos nuestro equipaje y nuestras almas por una noche. Y la mañana siguiente, dio comienzo, oficialmente, el viaje a través de las maravillas verdes que tiene esta Isla. El sábado fue para el Anillo de Kerry, un camino a través de una sinuosa carretera (N70) que bordea la costa de la península de Iveragh, y se extiende entre Kenmara y Kilorgin. Cansados y exhausto llegamos al final del recorrido marcado, y dormimos en un sitio muy típico, en una granja, sin duda un hostal nada convencional.

Domingo por la mañana, era hora de visitar la casi desconocida y preciosa península de Dingle. Uno de los paisajes más bellos, pero que poco a poco está siendo conocido por todos. Se trata de una pequeña península unida a tierra firme por un estrecho istmo que apenas pasa de los 8 kilómetros. Se trata de un Gaeltacht, un reducto de la cultura gaélica, lo cual puede suponer un pequeño problema porque los indicadores solo están en ese idioma, pero como en todos sitios, preguntando a estos acogedores irlandeses se llega a Roma. Carreteras estrechas y complicadas, escarpados acantilados, maravillosas playas, y verde, mucho verde, tan solo roto por los miles de puntos blancos que forman las ovejas que pueblan estas tierras. Un estupendo lugar para pasar sus próximas vacaciones de verano. Apunten: Southwest of Ireland.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegra saber que has vuelto sano y salvo, por un momento llegué a pensar después de lo del billete a 1 céntimo, que ibas a ir como los picapiedras, con los brazos por fuera, unas alas enganchadas y agitando hasta levantar el vuelo.

Un saludito y esta noche busca algún local para animar al mejor equipo español de la champions

JOSÉ PABLO GARCÍA dijo...

Lo del mejor equipo español de la Champion lo dices por el Liverpool,no??Pues no lo voy a poder ver porque tengo que rellenar unos cuantos formularios de la Beca Leonardo que ahora acaba. Pero ya veré mañana los goles una y otra vez en la Tv inglesa.

Nos vemos en España