viernes, 16 de agosto de 2013

Día 5: Gran Palacio, 10.000 metros cuadrados de ensueño



Realmente esta crónica amanece en la tarde de ayer. La noche cayó mientras veíamos a lo lejos el Wat Arum, un templo muy particular, y el Wat Po, que dicen de él que es uno de los templos modestos de la ciudad pero igualmente sorprendente. Lo que más, tal vez, su gigantesco buda reclinado de 46 metros de base y 15 de alto recubierto de pan de oro y que representa su paso al nirvana y su muerte. 




Y para que la visita sea de ensueño, podéis entrar (dentro del recinto) en el Centro Nacional para la enseñanza y preservación de la Medicina Tradicional tailandesa donde, dicen, dan unos masajes fabulosos, aunque algo más caro que en el resto de la ciudad. Nosotros optamos un gabinete al lado de nuestro hotel (180 baths / 1 hora) en el que le pusieron toda la pasión del mundo, con todas las letras, a esta milenaria tradición tai.



Pero el final, que es el principio, se llama Wat Phra Kaew y Gran Palacio. Una maravilla arquitectónica de más de 10.000 metros cuadrados que os llenará la visita de gran parte de la mañana por su extensión y sus innumerables detalles (entrada 500 bath). Hay que vestirse para la ocasión (los templos son lugares sagrados) y estar atentos a los espabilados carteristas. Y, sobre todo, admirar.




En Bangkok a 5 de julio de 2013.

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