miércoles, 28 de agosto de 2013

Día 12 y 13: Ko Phi Phi, destino estrella



No suena el canto del gallo. Entre lo verde se escuchan ramas caer, grillos y otros estridentes sonidos. Es hora coger uno de los muchos barcos que nos tocan. La primera parada es, casi imprescindible para el viajero, Ko Phi Phi (os dejo enlace a una página muy completa de la isla).




Este destino, estrella entre todos los turistas, es un reguero de personas que a su vez trae aparejado todos los problemas que crean las multitudes.: suciedad, alboroto, desnaturalización, contaminación, etc.  Pero claro, ¿qué tiene esta isla que todos quieren venir? En esa duda no quería quedarme y en esas estamos. He viajado para en cada paso saber menos por conocer más…


Sin duda, la llegada, un equilibrio imperfecto entre la apabullante naturaleza y el desmadre humano del turismo, ha sido impactante. Pero conforme ha ido pasando el día y los visitantes marchaban de vuelta, la supremacía natural ha ganado. Phi Phi Dom, la mayor de las islas que forman el archipiélago y la única donde se puede pernoctar, me está conquistando. Mucha culpa la tiene las vistas que tengo a pie de orilla (literal) desde mi bungalow de PP Nice Beach Resort. Otro, sin duda, la grande del medio ambiente sin gente, al menos, sin tanta gente.




A esta hora, cuando ya es noche cerrada, admiro su belleza pero también reflexiono de su fuerza, su garra, su potencia, esa que castigó en 2004 con un tsunami a tantos miles de personas y dejó un recado, posiblemente olvidado (solo quedan varias señales de evacuación) a los tiburones que andan a sus anchas por las ciudades. 



En Phi Phi Dom a 13 de julio de 2013.

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