domingo, 18 de septiembre de 2011

Fiestas patrias en Valparaíso

Faltan pocos minutos para que sea 18, el día grande de la patria chilena, el mismo que hace 201 años provocó que este Estado se independizara de la Corona española con la proclamación de la Primera Junta Nacional de Gobierno. Para celebrarlo el país viste sus mejores galas y se vive una especie de Navidad mezclada con Feria de Abril. Las celebraciones abarcan todo el mes de septiembre pero especialmente las dos jornadas previas al 18 de septiembre, además de éste, que es feriado. Yo para calentar el ambiente, y aprovechando la invitación de mi amiga Irene, me he marchado a Valparaíso para mimetizarme con los chilenos en su fiesta más querida en la que lo principal, como casi en todo el mundo, lo primordial es comer y beber para disfrutar en buena compañía.

Kata pone orden mientras que los ayudantes de cocina intentan preparar empana de pino


Con unos anfitrionas de auténtico lujo, las dueñas de la Fonda de la Nonni (la fonda es el recinto donde se celebran las fiesta y normalmente se sitúan en los parques o calles de los pueblos y ciudades, pero también se pueden hacer, como fue el caso, en el salón de una casa), Irene, Camila, Debora y Kata, comenzó mi inmersión cultural a un ritmo vertiginoso. Antes de que llegaran los invitados ya estábamos trabajando en equipo: unos cuantos con las empanadas de pino (empanadas de carne aderezada), otros ensartando los anticuchos (brochetas de carne y verdura) y el resto preparando y adornado la fonda (que también se conoce como ramada).


Los anticuchos se van abrasando a fuego muy lento en la parrilla


La fiesta comienza. La música sube. La animación y la alegría comienza a desbordarse. La parrilla no da abasto. Somos casi una treitena de porteños con ganas de celebrar el "18". Hay que poner un toque español y me toca preparar una sangría. También tiene su éxito. Entre tanto que la carne alcanza su punto en la parrilla que está en la acera de la fachada de la casa jugamos a los juegos típicos, el emboque, el trompo, etc. Ya velada ya es redonda. Eso me parecía a mí.


Foto de grupo a las puertas de la Fonda de la Nonni, en el número 1736 de Avenida de Colón.


Ahora se cambia carne por alcohol. Además del buen vino chileno se prueba el pisco y otros licores. Y se baila, y mucho. Lo que manda es la cueca, el baile típico. A Irene y a mí nos toca perder la vergüenza y probarlo. Después nos tocaría seguir bailando, pero por sevillanas. Así se fueron consumiendo las horas hasta que el alba amenazaba. La noche ya era perfecta.


Asado, verdura, jugos, buen vino y mejor compañía en la casa de los padres de Miguel Chamorro


Pero la alegría diechiochera no paró ahí. Miguel, otro colega periodista, como Kata, nos invitó a un asado al día siguiente. Y aquí estamos, en su casa junto a sus padres celebrando la chilenidad por todo lo alto. No vuelve a faltar carne en la parrilla ni verduras para acompañarlo. Ni tan siquiera el postre, mote con huesillos (zumo fresco con un cereal y el hueso del melocotón).Todos los detalles se cuidan con tanto cariño que me hacen sentir en casa. Faltan mis padres, mis hermanos, mi familia, pero brindo por ellos. Por ellos y por los porteños. Desde hoy ya tienen a uno más. ¡Gracias a todos hueones!




Miguel y Carmen, los papás de Miguel, bailan la cueca.


En Valparaíso a 17 de septiembre de 2011.

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