viernes, 28 de noviembre de 2008

DÍA 25: Solo un poco, pero por fin en Andalucía

Por primera y última vez en 40 días, y por sorpresa, ya que lo desconocía por completo, amanecimos en Andalucía, más concretamente en el Parque Nacional de Cazorla, Segura y Las Villas, en la provincia de Jaén. Tengo que reconocer que la alegría fue mayúscula cuando me enteré, y pronto olvidé el suelo frío sobre el que me tocó dormir la noche anterior. La noticia me dio energías, fuerzas para comenzar la caminata de descenso del Río Tus.



El agua volvió a nuestras botas, incluso por momentos sobrepasó la zona templada de la entrepierna. Sin lugar a dudas, el líquido elemento transita por los cauces españoles a menor temperatura que en nuestro país hermano, Panamá. Pero no es menos verdad que el calor seco, y muchas veces sofocante, pronto cambia el estado húmedo de cuerpo y ropaje.


La bajada fue sencilla, pero con matices, y muy bonita por sus paisajes. Tan solo pecó un poco de exceso de vadeos por ríos, y a última hora la necesidad de lugar seco se hizo imperiosa necesidad. Los chicos disfrutan de lo lindo, sobre todo con las caídas y chapuzones improvisados. Siempre pasa, lo más duro es lo que mejor queda guardado es sus retinas. Y el final del destino fue el comienzo del mismo, Arroyo de la Sierra, en la comarca de Yeste.

Antes de llegar a Toledo hicimos parada en Hellín, pueblo albaceteño situado casi en la frontera con Murcia. Por cierto, y antes de contar lo que hicimos, ¿Sabían que años atrás Albacete pertenecía a la Región de Murcia? Yo no, y así me lo hizo saber Juanxope, monitor murciano, pediatra, incansable y muy buena persona. Lo otro, lo de Hellín, fue una exhibición de tambores en el pueblo que batió el record Guinness con 25.000 personas tocando este instrumento en la tamboreada que se celebra en Semana Santa.


Llegamos a la Academia Militar de Toledo, a la Academia de Infantería, y gracias a las gestiones de reserva de hotel que hizo mi padre pude disfrutar de un día libre, cama, ducha caliente, lavado y planchado. Fue en el Hotel Puerta Real de la Ciudad Imperial, en pleno centro, entre la Nueva Puerta de Bisagra y la Puerta del Sol.


Ducha profunda, relajada, serena. Limpieza básica de elementos propios de la Ruta. Cura de heridas. Toma de medicamentos. Y por último, una coca-cola fresquita, unos panchitos, y a dormir.




Antes de todo esto, un momento de los buenos. En el comedor de la Academia Militar de Toledo, el grupo 8, capitaneado por la monitora Gema, nos deleitó con una canción especialmente compuesta para nuestro grupo, el 13, que por cierto cada vez tiene más adeptos. Muchas gracias a todas. Y por lo que a mi respecta, un orgullo tener a un gran grupo de personas en el grupo 13. Así da gusto.

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