martes, 19 de agosto de 2008

DÍA 5: Volando sobre tierra




Pie de foto: intento de apertura de la ventana de emergencia / el tocayo tirándose por el tobogán del avión / Con Eva y el gran Agus Pacheco, mis primeros compis de tienda, sobre la improvisada alfombra de hierbas / lodazal en el que se convirtió la Fundación Amador, primer lugar de acampada.

A las diarreas y vómitos esta noche se ha sumado la lluvia. El embarrado amanecer ha sido una piedrecilla más para que los chicos vayan viendo lo duro que es ser aventurero, aunque siempre, siempre, tenga una y mil recompensas. Hoy la ha tenido en forma de conocimiento y es que hemos visitado la Ciudad del Saber. un complejo internacional para la educación, la investigación y la innovación, organizado para promover y facilitar la sinergia entre universidades, centros de investigación científica, empresas de la nueva economía y organismos internacionales.El complejo está a cargo de la Fundación Ciudad del Saber, una organización privada sin fines de lucro creada en 1995 (http://www.cdspanama.org/). La única pega es que faltaban dos chicos del grupo, Luis, de Francia, y Julián, de Maracena, en Granada.
En la visita, en la que los perrunas nos hemos dividido, a mi me ha tocado conocer por dentro el centro de instrucción de los trabajadores de la compañía panameña de aviación COPA. José, mi tocayo y guía de la visita, nos ha enseñado a hacer cosas tan prácticas como improbables de hacer (esperemos) como abrir una ventana de emergencia de un avión o saltar por el tobogán en caso de accidente.

Cinco minutos más tarde mi cuerpo ha dicho basta y se ha plantado. Me ha subido un poco la fiebre, la diarrea a ido a más y silueta era la misma que una veleta dando tumbos de norte a sur. Ha sido, lo reconozco, mi primer bajón de la Ruta. El suero oral y, sobre todo, el cariño y apoyo de mis chicos, me han levantado de este bache.
Estoy recuperado y deseando celebrar la noche de San Juan, un año más lejos de los míos y de mi playita. Lo único que no se todavía es como lo voy a celebrar, es decir, por el rito español, saltando una hoguera, o por el rito puertorriqueño que me ha enseñado mi amigo Omar, o lo que es lo mismo, tirándose tres veces de espalda al agua para tener buena suerte en el año. A la media noche decidiré mi destino para el resto del año. Lo único que espero es tener alguno de los elementos básicos, agua o fuego, cerquita. Sino a ver que hacemos..

No hay comentarios: