miércoles, 14 de mayo de 2008

Otra muerte estúpida


Todos los españoles hemos tenido que desayunar esta mañana con otra muerte estúpida. Para mi cada víctima de ETA no es un número más. Era, en este caso, un padre de familia que se ganaba su sueldo con el trabajo que siempre le gustó, el de Guardia Civil, para pagar la casa, el pan al mismo precio desorbitado que el resto de humanos, y tres entradas para ir al cine con su mujer y su hijo algún fin de semana que libraba. Era un trabajador para España y los españoles, incluidos los cobardes que salieron corriendo después de poner más de 100 kilos de explosivos en la casa cuartel. Era una persona normal y corriente al que seguro que le importaría más su familia y sus amigos que la política y los nacionalismo.

Espero, y deseo, que pronto acabe este sin sentido de violencia gratuita que, desde que empezó hace ya muchos años, se ha convertido en un callejón sin salida para los terroristas. Pronto, muy pronto, el pueblo, el que no entiende de escaños, de votos o favores, ganará esta batalla.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy TODOS SOMOS MELILLENSES

JOSÉ PABLO GARCÍA dijo...

Hoy todos somos melillenes, malagueños, andaluces y españoles!Un saludo para la familia. Y otro para ti.

Suso López dijo...

por más que ellos digan lo contrario los que pusieron esos cien kg de explosivo no representan a Euskadi. No lo representaron antes, porque la muerte y el asesinato nunca son representantes de nada ni nadie, pero mucho menos lo harán ahora. Saben que están derrotados y solo el animal derrotado, muerto, es capaz de atacar de manera despiadada. COnfío en que imperen la razón y la palabra para terminar con ellos.
un abrazo campeón