domingo, 22 de enero de 2012

Día 3: Acrobacias por París

Cuando me llegó la información de los andaluces residentes en París, me llamó mucho la atención la ficha de Iván Toribio, un acróbata sevillano que se había marchado para perfeccionar la especialidad de los aéreos. Junto a los mejores, se desliza con garbo por el tisú, da volteretas imposibles sobre el tapiz o prepara números de acrobacia quiméricos pero reales.





Él quería enseñarnos su París, el de los artistas. Por eso junto a él visitamos Montmartre, barrio cuna de los impresionistas, de la bohemia parisina coronado por la cúpula de la Basílica del Sacre Cœur. Nuestro andaluz más universal, Pablo Picasso, Amedeo Modigliani y otros artistas vivieron y trabajaron en una comuna, un edificio llamado el Bateau-Lavoir, entre los años 1904 y 1909. Los restos de tanta creatividad tan solo perduran, con tintes muy comerciales en la Plaza de los pintores (Plaza du Tertre).





Montmartre es barrio de artistas y de excesos y tal vez su más reconocido lugar en donde se dan la mano desde 1889 buenos vicios juntos es el Moulin Rouge, construido ese año por un catalán, Josep Oller. La noche parisina comenzaba allí y ahora, siempre repleto de turistas, es una forma pudiente de arrancar las primeras horas crápulas a la luna. La suerte de esta profesión a veces te concede privilegios como poder estar minutos antes de que comience la función en la trastienda de este mítico cabaret.



En París, a 27 de octubre de 2011.

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