domingo, 16 de mayo de 2010

Día 0: entradas con pase al sueño de la final de la UEFA

Amanecía temprano para mí esta mañana de martes. Tenía una entrevista concertada con Miguel de la Quadra Salcedo, del que tanto he escrito y hablado en los últimos tiempos. El resto del día me esperaba el reencuentro con viejos amigos de proyectos y aventuras pasadas.

Al día siguiente, el miércoles, tenía previsto volver al sur, rumbo a la feria de Jerez de la Frontera, pero una cita ineludible hizo que me tuviera que quedar. Arreglé la tarde en el Vicente Calderón viviendo el partido que nos enfrentaba al Real Valladolid junto a unos amigos ruteros, Javi y Gea. Los alrededores estaban llenos, antes y después del partido. Era día grande. Las entradas para la final de la UEFA Europa League, extinta copa de la UEFA, estaban a la venta. Las gestiones que pude hacer nada más saber que el Atleti era finalista, dieron sus frutos. Tenía un carné de abonado del 10.000 (daba derecho a una entrada y a otra con un segundo carné de números más altos) y paciencia para esperar a conseguir la localidad.

No fue al salir del estadio, ya que la cola sumaba ya 300 personas y, sobre todo, el frío de la rivera del Manzanares calaba muy dentro. Me fui entonces a donde mejor se está cuando cae la noche, en la cama; no era la mía, sino la que me había proporcionado mi amigo Luis Briones en su casa. Sueño reparador y Pase de los Melancólicos arriba hasta toparme con el estadio Vicente Calderón. Iba con las maletas preparadas para coger el AVE destino Sevilla, sin fe, casi, pero por curiosidad pregunté por el número de la lista de espera; me tocaba el 577 y hasta el número mil y pico tenían la entrada asegurada. Era el momento.


La suerte puso una silla de playa en mi destino cuando me coloqué en la fila. La espera, al más puro estilo dominguero, con butaca, mochila, maleta, un bocata que me había comprado y el periódico, hizo que pasaran las horas más rápido, y también que algún colega periodista fijara su objetivo en la estampa. La web de Marca o la agencia EFE dieron fe de ello.



La cola avanzaba a buen ritmo. Faltaban solo 15 minutos para las doce y la quimera se había traducido en una realidad con forma de dos boletos con destino un sueño…24 años después. Ahora solo queda decir: ¡Aupa Atleti!

En Madrid, a 6 de mayo de 2010.

2 comentarios:

Ale dijo...

Eres un grande!

JOSÉ PABLO GARCÍA dijo...

Que va!!Grande tú, y tú país adoptivo. Hay que brindar con unas cervezas autóctonas del país teutón más pronto que tarde.