lunes, 11 de julio de 2011

Día 7: Despedida y una oda, fugaz, al consumismo

Nos quedan tan solo unas horas en la gran ciudad y hoy toca ir cerrando los frente abiertos que hemos ido dejando tras nuestra huella estos días. Visitamos algunos rincones que se nos escaparon antes por falta de tiempo o presencia del cansancio y hacemos algo que en otras partes del universo es prescindible, pero aquí se antoja de obligado cumplimiento, casi, por decreto: ir de compras. Pero no crean que me he vuelto loco ni he faltado a mis principios viajeros: he dicho ir de compras, no comprar.




Sin duda, la visita a determinadas tiendas (M&M, Abercrombie, Victoria´s Secret, grandes almacenes, etc.) se convierte en la quinta esencia para los amantes del despilfarro, y para los neófitos en la materia, no deja de ser algo curioso con un cronometro, eso sí, para no sobrepasar el tiempo máximo permitido para que esa fatídica acción no perjudique gravemente mi salud. Tan solo hago una excepción, la judería FAO; en ese caso se podría parar el tiempo sin problemas. Allí está por ejemplo el piano que usó Tom Hanks en la película Big, y también hay miles de peluches, casa de muñecas de ensueño, marionetas y hasta un futbolín de la Barbie (24.999 $).



El tiempo, divino manjar, se agota. El game over se acerca. Es el día de Andalucía, y antes de irme quiero una foto en Times Square con mi camiseta de la patria chica. Tengo ese feo defecto, añorar la tierra en la distancia, aunque después esté en ella y le busque mil y una criticas constructivas. Antes de la despedida había algo muy importante que siempre quise hacer: tirar la bolsa de basura por el compartimento que tienen los apartamentos neoyorquinos en el interior de sus pisos. Pero un acto simple pero una de las experiencias más inolvidables que nunca he había vivido. Son las pequeñas cosas que hacen felices a las personas, o al menos conmigo lo ha hecho. Definitivamente, creo que el cine siempre tuvo mucha culpa en la construcción del sueño americano y toda su parafernalia.




¡Corten!

En NY, a 27 de febrero de 2011.

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