martes, 7 de junio de 2011

Día 4: de NY a DC

Brooklyn es el barrio más poblado de Nueva York. Lo une a Manhattan el lugar prelidecto de suicidas, artistas y directores de cine; dieciséis años se tardó en construir este coloso de acero y hormigón por el que atraviesan al día miles de coches y personas. Esta mañana, por primera vez en nuestra estancia, la lluvia arreciaba con fuerza. Era imposible atravesarlo a pie. Una opción normal era tomar un taxi. Esto, en Nueva York, también se convierte en otra posibilidad de hacer turismo.




Alcanzamos antes del mediodía Chinatown. Desde esa zona de la ciudad parten cada hora autobuses hacía la capital (salen desde Canal St., en varios puntos repartidos por la vía con diferentes compañías. Aproximadamente 30$ i/v). El trayecto, pesado, de casi cinco horas , sirve para ver pequeños destellos del avance norteamericano: sus carreteras, sus edificios, sus coches, etc.





Arribamos a DC pasado el atardecer. Del Chinatown neoyorquino al capitalino. En la Costa Atlántica pero sin salida al mar, se bautizó así en honor al primer presidente de los Estados Unidos, George Washigton, aunque el distrito se denominó con el nombre del descubridor de las Américas, Cristobal Colón (Distric of Columbus, DC).

La ciudad fue magníficamente proyectada por el francés L´Efant a finales del siglo XVIII, siendo la primera ciudad planificada como centro de gobierno, con el Capitolio como referente, y partir de ahí toda una urbe con sus calles, parques, museos y todos los organismo internacionales relevantes de nuestros días.



Era el momento del descanso, el que llega cuando uno ya no puede más. En este caso, si necesito un hotel en territorio nacional soy fiel a www.hotelplus.com, pero cuando hablamos de territorio internacional, las opciones se multiplican, pero me he decantado, no sin buena recompensa, por una que no falla: http://www.hotels.com/ De entre las posibles moradas, elegimos The Capitol Hill Suites, hotel perfecto si nos atenemos a la relación calidad precio, incluso muy por encima, diría yo.





Reconozco que soy muy de Solo en casa, algunos defectillos que tenemos todos. En cuanto que puedo intento emular al siempre joven Macauly Culkin, y lo de las pizzas en los hoteles, reconozco que lo aprendí de él. El pizzero llegó con su coche, al estilo americano, nos pusimos finos y a dormir. Buenas noches y dulces sueños.

En DC, 24 de febrero de 2011.

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