viernes, 6 de agosto de 2010

Día 1: Ljubiana, toda una capital europea

Café, tarjeta de embarque y equipaje de mano. Salimos de Sevilla en dirección a Barcelona, desde donde cogeremos el vuelo a Ljubiana, antes pasaremos seis de espera en El Prat. McDonald’s, Pans & Company y un acogedor solar se convierten en nuestros aliados durante este tiempo. Últimos adioses vía telefónica y salida hacia Eslovenia.



Un aceptable clima nos recibe en Ljubiana. En el trayecto del aeropuerto a la capital, nos percatamos del buen nivel de vida del esloveno, abundan las viviendas unifamiliares de varias plantas, generosas dimensiones y, normalmente, con parcela ajardinada, que dan la sensación de estar blindadas al stress. Ya en la ciudad, nos llama la atención el diverso look de los jóvenes, entre el atrevimiento y la homogeneidad.


Llegamos a nuestro destino, el Hotel Park. Muy digno, pero sin bidet, todo un clásico. Salimos a conocer la zona céntrica tan pronto como podemos, sobre las 20:50 horas. A lo largo de nuestro paseo contamos con la compañía que nos proporciona el partido de cuartos de final del Mundial entre Uruguay y Ghana, que los eslovenos siguen con gran expectación en las múltiples terrazas en las que relajarse en el epicentro de Ljubiana.


La ciudad goza de un bonito casco histórico, que se ve favorecido por el buen aprovechamiento del río. Calles comerciales con las mejores marcas, curiosas propuestas y atractivos locales, junto a una arquitectura que se fundió con el anochecer.



Para la cena, un lugar típico, una gostilna y de postre un exquisito helado, que parece toda una tradición en la ciudad.

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