lunes, 14 de noviembre de 2011

Comarca del Guadalteba, un secreto natural en el corazón de Málaga

Andalucía es grande y bella pero desconocida en gran parte para naturales y foráneos. Junto a los grandes hitos turísticos de la comunidad autónoma, otros rincones con encanto esperan ser descubiertos por el visitante. Precisamente la Comarca del Guadalteba, situada al noroeste de Málaga, es uno de ellos.




Son dos los parajes naturales con los que cuenta la zona, el Desfiladero de los Gaitanes, conocido como El Chorro y la Reserva Natural de Campillos. El primero de ellos, el que nos decidimos a conocer, tiene un relajado sendero circular para hacerlo, el de Gaitanejo (dificultad media - baja, 4,2 kilómetros y 2 horas de duración). Comienza en el Embalse del Chorro y llega hasta el Caminito del Rey, una pasarela de hierro y hormigón colgada de los tajos de la Sierra Huma que discurre por el Desfiladero de los Gaitanes. Este paso, que actualmente está cerrado por el peligro de desprendimiento (urge una intervención porque es una auténtica atracción turística), fue un paso peatonal para facilitar la comunicación y el transporte entre las presas del Chorro y del Gaitanejo.



Precisamente las láminas de agua de los tres embalses de la zona, el del Conde de Guadalhorce, Gudalteba y Guadalhorce, forman un paisaje bello y sorprendente que hace que un marciano soltado en este paraje no sepa si está en Ibiza, en Eslovenia, en Suiza o en pleno corazón de Málaga. Y puede tener hasta suerte el que llegue. Además de la belleza para los sentidos, son muchas las actividades acuáticas (piragüismo, pesca, windsurf) y de turismo activo que se pueden hacer en esta zona.





Pero no solo de la contemplación vive el hombre. El descanso y la alimentación es algo a tener en cuenta y por aquí, lo saben. La Posada del Conde, un coqueto y cuidado hotel situado entre pinares, recoge todo lo necesario para convivir en contacto con la naturaleza y alejado del mundanal ruido, sin olvidar los comodidades de nuestros días. Dirigido con esmero por Fernando Cruzado, el trato familiar es parte del servicio. Pretenden que el huésped se sienta como en casa, y claro que lo consiguen. Y para comer, en su mesón, tienen un poco de todo pero yo me quedo con el chorizo a la canela, una delicia para el paladar.





A tan solo seis kilómetros está el pueblo de Ardales, para completar el fin de semana con un poco de cultura. Desde el Centro de la Prehistoria, previa solicitud previa, puede visitarse la Cueva Prehistórica de Ardales. Este yacimiento, incluido en el Itinerario Cultural Europeo Caminos del Arte Rupestre, se trata de uno de los más importantes del continente donde pueden verse, a la luz de las linternas para no perjudicar el entorno, pinturas y grabados paleolíticos. Muy interesante también la iglesia rupestre Mozárabe de Bobastro. Y curioso, ya en la Serranía de Ronda, el pueblo pitufo de Júzcar. Para terminar y llevarnos un recuerdo de vuelta, una parada en Pujerra con sus castaños en el tono más bonito del año, y unas castañas para la buchaca.



En Ardales, a 13 de noviembre de 2011.

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