miércoles, 1 de septiembre de 2010

Día 0: Volando a lo que dicen es el paraíso

Ya hace unos años que no viajaba con la familia. Lo que cada verano habíamos instaurado como sana y agradable costumbre, hacer un viaje por España, los compromisos y el trabajo fueron dando al traste con ello. Pero este año he retraso mi descanso estival y, una vez conocido el destino, Menorca, no podía negarme ni un solo segundo.

Para llegar a la Isla, reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 1993, se puede usar las múltiples conexiones aéreas de decenas de aeropuertos españoles o, en su defecto, el barco. La que mejor relación calidad/precio ofrece es Vueling. Como siempre, si desde donde sale es el sur de España, las cosas se complican. Lo mejor, en este caso, es enlazar con Madrid, Barcelona o Mallorca.


Sea como sea, los días en Menorca apuntan alto, a pesar de que las multinacionales se empeñen en fastidiarlo. Primero, en la mañana, Vodafone, con la que ando liada desde hace un par de meses por sus abusos y fallos reiterados en las facturas, después con Ryanair (vuelo Sevilla-Barcelona y vuelta) con sus estrictas medidas que ya todos conocemos y su esperpento continuo antes, durante y después de volar; y por último, para rematara, la empresa de alquiler de coches Hertz, que nos cobró, a la llegada al aeropuerto de Mahón, con nocturnidad y alevosía, un extra de 40 euros por llegar fuera del horario de oficina a pesar de ser una causa ajena a nuestra voluntad por la demora en el horario previsto del avión en el que viajábamos. Al robo a mano armada le han puesto de título “tasa extra de horario”. Estos ladrones, los de las empresas multinacionales, van a cara descubierta y delinquen sin vergüenza alguna. Se lo advierto, ¡tengan cuidado!

En Menorca, a 2 de septiembre de 2010.


1 comentario:

Victor Bellvis Acosta dijo...

¿Como te fue el viaje en avion? Te lo digo xq estuvimos la noche antes hasta altas horas ... jajajaja