lunes, 7 de diciembre de 2009

Día 2:Playa en compañía de las olas



Un sueño reparador, con sonido ambiente de los marchosos “treintaytantoañeros” que teníamos por vecinos, pero sobre todo con la mejor melodía que ha creado la naturaleza, el oleaje del mar, dio paso a un desayuno servido por Joaquín y un chico marroquí: delicioso zumo de naranja (saben diferente que las españolas), pan del lugar, jugo de tomate, aceite de oliva y dulces.


Con fuerzas y el estómago lleno bajamos por medio de una montaña que sale de Casa Paca a la playa de Sfhia (a 7 kilómetros de Alhucemas), totalmente desierta por la celebración del Ramadán. La imagend el Caribe debe estar desenfocada porque nosotros los vimos estando en África, a muchas millas del que mostraba Curro en el anuncio. El paraíso, solo para nosotros, se terminó de completar con la llegada al chiringuito de Azzedine y Mohamed, padre e hijo y auténticos maestros del buen trato. Que no quede que comimos las mejores sardinas de nuestra vida, parece el título de un libro escrito por un marengo, pero lo mejor, como siempre, son las personas. Shukran.

No hay comentarios: